martes, octubre 02, 2007

El voto por Cristina Fernandez

Como nunca antes me pasó, no estoy seguro de por qué voy a votar tal como efectivamente lo voy a hacer.
Adelanto que conozco mi voto afirmativo; que lo haré, nuevamente, por Ricardo Lopez Murphy. Y que a pesar de haber estado muy convencido de sus virtudes personales, profesionales y públicas, ello no alcanza ahora para dar fortaleza a mi decisión.
Quizá sea por la certeza de la derrota; o, desde otro lugar, por cuanto ello no aporta a un eventual triunfo de la opósición.
Porque de ello sí estoy convencido: soy opositor.
Se lo han ganado los Kirchner: don Nestor y su señora, la senadora y candidata Cristina Fernandez.
No es el lugar para hacer un análisis completo de su gestión; sí para recordar algunos aciertos, que son claros.
Así dos, por sobre todo: el movimiento económico, en evolución y con vaivenes, pero sorprendente recordando lo que fueron los años 2000 a 2002.
Y la política de defensa de derechos humanos. A veces rencorosa, pero necesaria.
Pero son pésimos republicanos. No conocen la integridad del ejercicio de gobierno, no les calienta la posibilidad de que el resto discutamos: creen tener la certeza, y obran en consecuencia.
Atropellan, y eso es un riesgo. Porque cuando la receta no funcione -y eso siempre ocurre, revisemos la historia-, deberían hociquear, con inteligencia, con integridad. Y en cabeza de estos, eso no ocurrirá.
Cuando don Néstor se jacta de no dar conferencias de prensa, se me revuelve el estomago. Pero puedo aceptarle su forma de comunicación: porque al fin y al cabo es, legítimamente, el presidente, y elige el medio de como comunicarse.
Me acuerdo de don Raúl Ricardo, que solo se presento en su gestión por TV ante Tomas Eloy Martinez, en aquel ciclo brillante "Los Argentinos"
Pero cuando Cristina -que no es nadie aún, que es una ciudadana como yo, con la diferencia que ella se candidatea- se niega a dialogar con la prensa, a evitar el intercambio comunicacional con los medios y que solo se dirige del modo -autoritario indudablemente- unipersonal e inoponible que ha elegido, me genera repulsión absoluta.
No quiero repetir lo que ya dije; sí insisto en que alguien que cree que no tengo derecho a pensarla en funcion de otrs inquietudes que no son sus discursos pseudo intelectuales, me boludea, me bastardea. Nos subestima: a todos.
Es por eso que hoy, y a pesar de todo, no solo no quiero votarla. Ya ni siquiera entiendo a quienes votan por Cristina Fernandez.
Porque estoy seguro que a esta altura de nuestra historia, debemos tener autoridad por nosotros mismos, madurar de una vez por todas, y dejarnos de joder con aquellos que, en vez de estar a nuestro servicio, se envician con el poder para dosificar su soberbia.

El Masa.

2 comentarios:

Rob Rufino dijo...

El hecho de NO DAR NOTAS se agrava cuando esta candidata se niega a DEBATIR ideas para construir una Argentina mejor.

Valoro muchas de las cosas que hizo Nestor Kirchner (renegociación, renovación de la Corte, pago al FMI, etc.) pero la actitud SOBERBIA de la candidata me resulta un INSULTO A LA INTELIGENCIA.

Saludos, Rob.

Anónimo dijo...

El sistema de las elcciones deberia revisarse cada vez y no permitir que un partido mandase en más de dos otres candidaturas como ya se hace en algun sitio que no viene al caso ;al menosel daño que pueda hacer ese partido por considerarse importantisiomo e intocable se cortaria, Bueno eso es lo que opina el peor escritor del mundo http:www.antoniolarrosa.com